martes, 26 de junio de 2007

Felicidad inexorable

Por fin un día paliativo.


Si me das a elegir,
entre la felicidad eterna
y la gloria efímera,
te digo,
mujer,
que son la misma cosa.

Nada dura más de un día,
a no ser que usted sea hincha de Nacional,
pero usted no entiende.
Usted no sabe nada de semáforos en rojo,
de semáforos en verde,
de gloria efímera,
y de felicidad de ningún tipo.

Usted,
mujer,
no tiene nada de que temer:
"el amor perfecto echa afuera el miedo";
no tiene nada que temer:
usted no ama.
No en gerundio,
no a Nacional.

Inexorablemente arrojado a la felicidad, sin más opción que compartirla para no tener todo eso adentro, y no como una simple alegoría orgásmica, sino más bien emparentado con alguna pasión digna de la hoguera pero infinitamente inconsumada, una pasión urdida de azares que fantasea de vez en cuando; desconectado y desatado, pero sobretodo inmensamente loco... somos campeones, somos lo mejores. Gloria efímera pero descomunal. La llegada de Dios a la tierra, el juicio final y uno, parte de los vencedores. Gloria efímera, el cielo del hincha religioso. Ganó nuestro color. Somos campeones; inexorablemente felices pese a ser efímera nuestra gloria. Te estoy amando Nacional.

Estoy amando verde tu rostro rojo. Yo también salí campeón. No fue olímpica, pero si fue vuelta. Fueron tres vueltas.

martes, 19 de junio de 2007

BLOG TEMPORALMENTE CLAUSURADO




CERRADO POR OBRA DE RECONSTRUCCIÓN

Hombre en silencio.
Nos vemos el día de las velitas.
Ofrezco disculpas.

lunes, 18 de junio de 2007

CAMPEÓN

Que viva el verde. Que viva.

domingo, 17 de junio de 2007

Quiero ser un héroe

Simón Bolívar
(héroe y libertador de las Américas)

Para Luisa.
Hace tiempo que se lo merece
por desear ser heroína de sí misma.
Yo te acompaño,
si es necesario,
en el difícil camino de continuar soñando
cuando la vejez nos desilusiona.
Siempre es tiempo para ser héroe.

Los héroes no sirven para nada.
Son como la vida.

Putos todos los héroes.
los que salvan vidas,
los que tienen la anhelada felicidad,
los del dinero,
los que no les duele una muela.

---

Héroes los que llegan temprano,
héroes los que son mimados,
y mi envidia no puede quitarles su investidura.

---

Y tú, Luisa: ¿Qué dices?
Héroe:

deseo inconcedido, inconcebido...
soy una tonta, pero soy feliz.
Quiero salvar al mundo pero es muy grande,
y está hecho de amor
Salve la desesperación un héroe como yo,
como sea...
nada quiere estar aqui conmigo.

---

Usted me define señora Luisa:
Soy un tonto feliz.

viernes, 15 de junio de 2007

Huele a Mortecina

"...de la fe y el recuerdo..."
Para Camila, más que para Mónica. A ella la visitan los muertos.

Mi última esperanza de que todo regrese. Lo sé, soy un imbécil. Las cosas no regresan, no las cosas del tiempo. Con facilidad evoco esa noche testaruda, mi regreso loma arriba, lluvia abajo, los besos llenos de desdén, de displicencia femenina. Los besos de vicio, lluvia recia. Puedo recordarlo. Lo que no logro es satisfacerme con el mero hecho de recordar. Quizá con otro recuerdo menos ingrato; con un momento feliz. La noche de Santa Bárbara: “bohemia de parís, alegre, loca y gris…”. ¡Aaaah! “…la bohemia era una flor de nuestra edad”. ¡Peor cuanto más hermoso el recuerdo! No es menos el deseo, pero si mayor la insatisfacción. La Nausea. El Volcán. La carta que no llega…

Mejor será que no recuerde (NO recordar), así la vida como que fluye. Lo que quiero decir es que no se estanca. No se represa. Dios mío, pobre de los represados, pobre de mí cuando me represo, pobre del que no huya de la represión y del vagabundeo. Pobre del que no huya haciendo acto de fe en cualquier cosa. ¿Y en qué nos gastamos la fe? En la musa. En Nacional. En la iglesia. En dios. En Dios (¡por Dios, qué diferencia!). En Zaratustra. En las vías. En los trayectos. En el sueño. En lo que sea menos en el recuerdo.

El tiempo arrasa hasta con la fe, el resto es melancolía; el resto es recuerdo: “suciedad, pobreza y conformidad lastimosa”. Así habló Zaratustra. Así amenazan los gallinazos, con hambre de carroña. Como la fe que caduca en un cadáver, así somos nosotros, como los gallinazos sobre la carroña pretérita. Sí, los nostálgicos olemos a mortecina.

domingo, 10 de junio de 2007

A los que saben...


"Primera carta de Juan, capítulo 4, versículo18"
Para vos, que temés por mí y ves en verde todos los semáforos.

Yo huyo. Y justamente desde hoy. Sí, ¡Aaah! 20 de mayo, un clavo saca una grapa. De tanto abandono termino por abandonarme y sacarme la grapa. Me voy, para los pobres y los otros, me voy. Yo huyo como el Magdalena. El Magdalena no huye. Yo tampoco. ¿O sí? Sí, si huyo. Me voy por todo, porque huyo y no huyo. Porque fluyen las cosas. ¿Por qué fluyen las cosas? Pregunta para la Universidad de los Niños. Eso también duele, repítelo: Universidad de los Niños (NO recordar). Todo lo que está detrás no puede ser objeto de deseo.

A La 4 se le quiere sin recatos. Me gusta la manera en que me maneja. Quizá sea más su poder que mi propia voluntad lo que termina por excitarme tanto. Hoy me devolví casi un kilómetro para decirle “hasta mañana”. Me siento muy héroe por eso. Fue estúpido, pero heróico. ¿No es un héroe quien encarna los máximos valores de la vida? Sí. La estupidez: soy mi héroe. Encarno los máximos valores de mi vida o me miento para creerlo. Igual resultado: a La 4 se le quiere sin recatos. No puedo pedirme más ahora, con apenas 22 días para entablar una tristeza lo suficientemente duradera como para escribir un par de meses. Suficiente juunto a ella.
El amor [verbo] no se conjuga en esta casa. Pero está. Todos los semáforos están en verde. Ninguno en rojo. "Siga usted señor, pase, bien pueda". Junto a la fogata -que viva Juan- grito: "¡felices los normales!". Soy un hijo de Juan Pablo Peña, y doy honor a su nombre. Soy el hijo de Juan ¿Qué? ¿Esperaban algo diferente? Lamento la decepción. Terminarán por comprender aquellos a quienes se les debiera hacer menos extraña mi partida (en el fondo lo desean casi como yo). Digo, para poder sentir que siempre lo supieron. Repito y soy terco: los semáforos, todos en verde. Todos somos indeseables.
Huyo, fluyo...
Sí. Si, si, si... después hablamos

sábado, 9 de junio de 2007

Dra: Un tango de Neruda




Llegué a la embriaguez con muñoz, a la calma con mi primo, a la lluvia con Candela. Ahí voy despidiéndome. Terminarán por comprender, yo sé. Un tango de Neruda, porque hace un año viajaba y los tangos me recuerdan los viajes.


Lucas diría, y yo digo, ahí perdona.


En "Los versos del Capitán". EL AMOR


EN TI LA TIERRA


Pequeña
rosa,
rosa pequeña,
a veces,
diminuta y desnuda,
parece
que en una mano mía
cabes,
que así voy a cerrarte
y a llevarte a mi boca,
pero
de pronto
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,
has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada
línea de luna nueva que tiene tu cintura:
en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.

miércoles, 6 de junio de 2007

LA REPÚBLICA

A Candela, que fue buena partera



En La República hay gente. Gente: pluralidad de personas. Persona: individuo de la especie humana. Humanos: especie en vía de extinción. Es un país donde el riesgo de la desaparición de la especie data del 9 de abril de 1948, día en que La República fue refundada, quise decir ratificada, sobre principios de guerra y tranquilidad.

Y han permanecido, según estadísticas de todo tipo. Claro, debo decir que en La República abundan las estadísticas desde hace buen tiempo. Por ejemplo, una última dice que hay más estadísticas que personas; otra hace que en la calles de La República se diga que somos los segundos más felices del mundo; una, ahora de "Las cifras del conflicto colombiano" de Diego Otero Prada, dice que desde el año 1964 hasta el 2004 las víctimas del principio de guerra y tranquilidad, entre desplazados, masacrados, torturados, amenazados, víctimas del terrorismo y secuestrados, asciende a 3.915.640 humanos. El dolor de las familias y los heridos no suman, pues aún los disminuidos continúan siendo, mal que bien, de carne y hueso. Tienen la libertad de estar tranquilos.

La República se divide en varias regiones, donde las políticas cambian según su manera de hacer la guerra o de conseguir la tranquilidad. Sin embargo, no está descentralizada propiamente, al menos no desde los principios que unen a tales regiones. Cada una, por ejemplo, tiene por lo menos dos bandos para poder hacer la guerra y uno encargado de sentirse tranquilo.

Bien pueden ser más de dos, cambiar de nombre, migrar para volver, o ser vencidos, en cuyo caso el grupo vencedor tendrá que ser dividido para mantener la confrontación. Esto se logra rápidamente con Cocaína o Dinero, aunque para efectos de la guerra actual termina por ser lo mismo. Cierto es también que a la Cocaína, para lograr el efecto que tiene en la guerra, es necesario que se le ayude penalizándola. De lo contrario, La República tendría que inventar alguna otra cosa para mantener a sus habitantes tranquilos y en pie de lucha. En esto ha servido de ayuda la influencia del Norte: sus gentes financian la guerra pagando altos precios por Cocaína y sus gobiernos han monopolizado la opción de mantener o aumentar su valor con sus políticas y leyes.

No siempre ha sido así, durante algunos años las ideas fueron un buen motivo para ir a la guerra. Los bandos se conformaban según esta o aquella doctrina, su manera de repartir el Dinero; tantas y tan mezcladas, que terminaron por ponerse de acuerdo en que cambiar las ideologías por el dinero hacía más fácil encontrar motivos para continuar matándose. En aquella época, pertenecer a las ideas hacía sentir tranquilos a los habitantes de La República, y por supuesto nutría también la guerra en defensa de los colores que asignaban a cada bando según sus ideas. De todas maneras, el paso de las ideas a la Cocaína ha dejado intactos los principios de guerra y tranquilidad.

Por respeto no puedo publicarlo completo, en El Eafitense Nº 92 la versión completa.

lunes, 4 de junio de 2007

Hoy es 4 de Junio


FUTURO PERFECTO
yo habré amado
tú habrás amado
él habrá amado
nosotros habremos amado
vosotros habréis amado
ellos habrán amado

PRETÉRITO IMPERFECTO
yo amaba
tú amabas
él amaba
nosotros amábamos
vosotros amabais
ellos amaban

Que viva la calma, porque estar tranquilo es una ilusión, un mero artilugio para creerse dueño del tiempo. Tranquilidad cuando el tiempo no pase, cuando la vida no pase, cuando estemos muertos. La tranquilidad es, como la vejez, un camino conocido a la muerte. ¡Conserve la calma! Pero no se quede tranquilo, que el tiempo empuja a los camarones.

Advierto: no se deje coger de la noche. Porque es oscura. No se deje coger del día, podría quedar en evidencia. No se deje coger del tiempo, porque se lo lleva -"que viene el Coco y te comerá"-.

Ahora, si se lo lleva para adelante puede que se ilusione, o bien que se atormente echándose encima todos los años "por venir" sin porvenir. Es posible que en su viaje se encuentre con una esperanza enfermiza, nutrida por un "todo habrá estado bien". Futuro perfecto.

Si se lo lleva para atrás, va a sufrir si no deja el deseo aquí. Oiga bien y hágame caso: no intente creer que usted, por tener un recuerdo, tiene un pedazo de tiempo. Y sin tiempo, el atrás es como un re-corte amarillento cuya fotografía no puede olerle a otra cosa que a papel viejo. Pretérito imperfecto.

Hoy es 4 de Junio. Aprendimos a no codiciar los tiempos ajenos (pasado y futuro), a contemplarlos nada más, porque si el deseo se sale del presente la razón se pierde, el corazón se resiente y el rizoma deviene enemigo. Nosotros, los seres humanos, somos inevitablemente gerundios. Y el gerundio no es tranquilo, sería aburrido si me equivocara.

GERUNDIO
Yo estoy amando
Tú estás amando
Él está amando
Nosotros estamos amando
Vosotros estáis amando
Ellos están amando
Lo demás es re-corte

viernes, 1 de junio de 2007

Corte y recorte

"A Amalia, que le encantan estas cosas"






Cuántas metáforas entre el amor y las tijeras. De todas una, la más dolorosa, es para mí la que surge de ver unas tijeras cuyo eje ha cedido al uso y ahora sólo quedan dos navajas con ojales. Y cortan pero no re-cortan lo que ya fue. La melancolía, la más enfermiza quizá, y sin embargo sin desear lo que ella contiene, es para mí la imagen de unas tijeras separadas, que podrían herir, pero no cortar lo que entre ellas se ponga.

Llega entonces un recuerdo y con él la satisfacción de que lo cortado no puede volver a ser uno; quiero decir, la satisfacción del recorte. La del recuerdo. La del beso-recorte...

Sólo prensa de ayer.

Recortes de ayer.

Cortes de hoy,

heridas de hoy.

Y el mar que se acerca al río.