jueves, 10 de noviembre de 2005

Disculpa

Ultimamente no encuentro mayor placer en sentarme frente al cuadro y escribir; mientras, temo por quienes me leerán. No sé, quizá se trata de alguna "enfermedad" mía. Melancolía tal vez. Y aunque suene extraño que culpe a mi enfermiza nostalgia de esta falta de tinta -¿dije "tinta"?-, más aun cuando es de ella que obtengo mis párrafos más gratificantes -¿Dije "gratificante"?-, se trata de un cansancio melancólico; síntoma intempestivo de un marihuanero promedio. Lo bueno es que, durante estos días carentes de salud, me hundo en cavilaciones que luego habré de rumiar cuando deje de llover.
Bueno. No siendo más por ahora, esa era mi disculpa. Pronto la hierba volverá a la boca -¡por Dios! ¿Qué dije?-.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

DEBE HABER ALGO EN EL AIRE O ALGÚN DUENDE JUGUETON QUE SE HA LLEVADO EL PLACER. DESPREOCUPATE, NO ERES EL ÚNICO. LA ENFERMEDAD ANDA RONDANDO POR AHÍ E IGUAL TRAE CON SIGO ESE TEMOR A QUIENES TE LEEN. QUIZÁ ES MELANCOLÍA, ¿POR QUÉ? CADA QUIEN TENDRÁ SU HISTORIA. COMO DICES, HABRÁ QUE ESPERAR QUE DEJE DE LLOVER. POR EL MOMENTO, QUE LLEGUEN CAVILACIONES COMO REMEDIO. ME SUMO A TU DISCULPA¡ E INSISTO QUE ES EL AIRE.

Anónimo dijo...

¿qué dijo?
jeje, bacano pana-