domingo, 24 de febrero de 2008

Calmaito

Libre y con calma. Puras ocupaciones urgentes, nada trascendental, cero metafísica. No hay amor, fe jamás. La soledad no es tan inclemente, el todo es no esperar nada para no ir metiendo en el futuro los dedos untados de una nostalgia anacrónica. Quedamos entonces manilavados, libres; que los judios escojan a quien matan. ¿Qué culpa tuvo Barrabás? Ninguna. Lo que si tuvo fue mucha suerte.

Ahí ando, como siempre. Pero no es tan malo, ya dije. Resulta que cerrar la boca puede salvar mi vida, pero también condenarme por otorgar. La cuestión no es con la boca sino con la lengua, y yo la tengo empolvada.

¿No sabes qué haces? ¿Ves un cementerio por la ventana? Sólo solo, no es para tanto. No me duele nada. Sin embargo no me gusta. Nada me gusta.

2 comentarios:

Mariana dijo...

Ey, pasé por acá, porque David dijo que usted escribía muy bien. Y si, es cierto, así que lo añadiré a mis links. saludos.

Spermafloris Pildora dijo...

es normal , al fin y al cabo nada tiene sentido-------