lunes, 29 de agosto de 2005

La Calle

La calle es lenta (lo decía Ríos), es lenta y parsimoniosa. Empero, en ella palpita lo intempestivo, la sorpresa. Nada es predecible sobre la acera o sobre el asfalto. Siempre, aún cuando monótona, la vía mantiene la tensión, el susto. Todo acecha: la luz moribunda sobre la calzada, el ruido y la muerte a pocos metros, la velocidad, la soledad, todo.
La calle es el lienzo del vagabundo, el papel del escritor. Es sólo el camino a otra calle y, sin embargo, es la ciudad y su vida, se recorre a sí misma en los pasos errantes del nómada. El asfalto permanece, la calle deviene. Es el caos de Moisés, el mar de piedra abierto a mis pies como el Muerto al judío que huye de la espada y la esclavitud y abandona su condición sedentaria. Al frente, nada, sólo la esperanza de una orilla invisible, la promesa de la salvación; suficiente, no existe un lugar llamado libertad, es para quienes escapan todo el tiempo.
En mi bitácora no hay dos calles idénticas, tampoco dos pasos iguales. La vida de la calle es sólo el hundimiento en el asombro, en la sorpresa, en la dinámica imprevista del caos.
A cada paso, las cosas pasan –y ocurren-, van y vienen, se mecen en el desorden absoluto, en una redecilla de coincidencias, entre semáforos, esquinas y flechas. Esa es mi calle, sólo la mía.

1 comentario:

Camila Avril dijo...

LA CALLE... BUENO ESCRIBIR SOBRE LO QUE POCOS ESCRIBEN Y VER COSAS QUE LOS OTROS NO VEN. ME PARECE MUY CHÉVERE. ABRE MUCHAS POSIBILIDADES DE UBICAR EL PENSAMIENTO EN MUCHOS LADOS. CONMIGO, CON EL OTRO, CON NADIE, CON TODOS. EL FINAL ES INESPERADO. TODOS TENEMOS UNA CALLE, PERO ASÍ COMO LAS MARIPOSAS, QUE HACE QUE ESA SEA TU CALLE Y NO LA MÍA?
ESTÁ CHEVERE, ME GUSTA, PERO HAY FRASES QUE UNO NO ESPERA -QUE A VECES ES BUENO - O QUE PUEDEN CONFUNDIRLO.